Tu silencio en pedazos

...Entonces, cuando ya me creía libre, te abrace.

Me perdí en la felicidad de besarte dentro de aquel rincón cómplice, recién descubierto.

Sin preguntar quien eras, por que llegaste, cuanto tiempo te quedarías.

No nos alcanzo el momento, ni las ganas, ni la curiosidad, para conocer nada mas allá de nuestras bocas, nuestra piel un estro presente de una noche de lluvia compartida.

No había después, ni miseria, ni miedo.

No había nada de todo lo que ahora me convierte en una desconocida con las mismas manos pero mas mías.

Te extraño desde hace quince lluvias, quince esperanzas, tres kilos, cinco libros, treinta viajes en camión,

quince preguntas, cinco insomnios, mil empujones, tres reportajes, dos novios, quince lluvias, quince repetidas,impertinentes, desaforadas, incontrolables, moribundas, desafiantes, melancólicas lluvias de agua sin azúcar, sin sabor, sin publicidad, sin gas, ni besos, sin compromisos, sin pertenencia, sin hijos sin razón, sin prejuicios.

Ángeles Mastretta